domingo, 23 de abril de 2017

Reseña: T2 Trainspotting: Al Borde del Abismo

Imagen propiedad de Sony Pictures.


Reseña: T2 Trainspotting: Al Borde del Abismo

Año: 2017
Director: Danny Boyle
Género: Drama/Comedia/Crimen
Clasificación: R (Mayores de 18 años)
Duración: 117 min

Por Cristhian Ponce

     La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será. Estas palabras del escritor peruano Eduardo Galeano nos recuerdan los estragos que el paso del tiempo va dejando. Una huella tan difícil de borrar que tarde o temprano nos veremos obligados a confrontar, sin importar lo que esa misma historia ha ido trazando.

     Han pasado 20 años del estreno de la primera Trainspotting, aquella cinta del año 1996  dirigida por Danny Boyle (Slumdog Millionaire, Steve Jobs, 127 Hours) que hablaba acerca de un grupo de jóvenes adictos a la heroína y que marco a una generación que se aventuraba a descubrir, al margen de los protagonistas de la historia, la importancia y repercusiones de las elecciones en la vida. Una cinta emblema de la época que debido a su estética y carisma pasaría a ser un clásico de culto para generaciones posteriores.

     En esta nueva cinta basada en el libro Porno del escritor Irvine Welsh (secuela directa del primer libro también de Welsh) vemos de vuelta a Spud (Ewen Bremner), Renton (Ewan McGregor), Begbie (Robert Carlyle) y Sick Boy (Jonny Lee Miller) a veinte años de los sucesos de la primera película. Las cosas han cambiado. Ya no son los noventa, la pandilla ya no tiene veintitantos. Su espíritu enérgico ha mermado para pasar factura a las enfermedades cardiovasculares, la disfunción eréctil o los problemas maritales. Es en ese contexto en el cual Renton debe volver a su hogar después de tantos años, un lugar del que había huido hace mucho tiempo. No pasara mucho para que se percate de que tanto ha cambiado el mundo, el pasado sigue ahí, como un fantasma acechante, cobrando vida en un Edimburgo del Siglo XXI.

     En esa área el director Danny Boyle y el guionista John Hodge aciertan de manera rotunda al ofrecer una cinta que si bien toma elementos visuales y sonoros representativos de su universo (como la excelente selección musical para la cinta), no trata en ningún momento ser la primera Trainspotting. Si la primera era un frenesí de emociones consecutivas, en esta segunda parte se apela a la nostalgia y la melancolía. Todo ello logrado a partir de una maduración de sus personajes, mismos que crecerán a partir de reflexiones y la asimilación de lo que alguna vez cada uno eligió en su vida. Poética audiovisual que cita indirectamente lo que decía Jean Paul Sartre: “Cada hombre es responsable de si mismo y de todos los hombres”.

     La cinta no está exenta de fallos. Algunos pequeños agujeros argumentales o un primer acto que se siente un poco aletargado. Pero son superados con facilidad y de manera muy verosímil.

     T2 Trainspotting es un excelente ejemplo de lo que se puede lograr cuando una secuela tiene una razón poderosa de existir y no se fundamenta solamente en la búsqueda ansiosa de dinero. El tema sin duda es una sucesión de lo que significó la primera cinta, aunque quizá corra con el mismo destino de lo sucedido con su predecesora al no ser comprendida por una audiencia y encontrando refugió en generaciones futuras. Quizá para cuando llegue ese momento muchos logren apreciar a la cinta en su justa dimensión, viendo al pasado como los protagonistas del filme, observando pasar las estaciones y sucesos de manera intermitente por la ventana del tren imparable de la vida.


Calificación: 8.5/10