Por Cristhian Ponce
El cine es quizá la mejor manera en
la que podemos ver representada al tiempo. No nos referimos a la elipsis o a
algún recurso narrativo en especial, sino a aquellas cosas que se plasman
dentro de las películas, aquellas que nos marcan tanto a nosotros, así como a
una generación.
Es así, como ya es
tradición, te presentamos una lista con lo que – a criterio personal- considero
son las mejores películas de este 2018.
28. Early Man, de Nick Park
Aardman Studios no solo termina por confirmar que es
el estudio más importante de animación stop-motion en el mundo, sino que además
logra confeccionar mensajes de crítica político-social de manera divertida con
esta representación de la final del mundial de fútbol México 86, tiempo después
de culminada la Guerra de las Malvinas. ¿Coincidencia?
27. Black Panther, de Ryan Coogler
Ryan Coogler nos
presenta la que probablemete sea la mejor película del Universo Marvel. El mayor elogio es el desarrollo de un villano con motivaciones con las que podemos empatizar. Un desarrollo de personaje que nos recuerda al Hamlet de Shakespeare. Si hay
algo criticable, sin duda es que esto es lo mínimo que deberíamos esperar de una
película de este tipo.
26. Museo, de Alonso
Ruizpalacios
El director actualiza
el discurso propuesto en su anterior cinta (Güeros)
y nos entrega una cinta que si bien no es perfecta (y que pide a gritos
reconozcamos su fanatismo por Godard), acierta mucho en arriesgar.
25. A Star is Born, de Bradley Cooper
Bradley Cooper es director y actor protagonista de
esta película en donde comparte escenario con Lady Gaga. El acierto radica en
que la historia coincida mucho con la historia personal de Gaga, haciendo que
las emociones se perciban más naturales (pese a su rosa desarrollo). Las
canciones escritas por la cantante sin duda la harán acreedora de diferentes
premios.
24. Lady Bird, de
Greta Gerwig
La rota ilusión del
sueño americano encarnado en una película coming
of age. Una película que sufrió el peso de su sobredimensión. Sin embargo,
la gracia con la que Gerwig describe esa paso a la adultez (casi reflejando a
la sociedad norteamericana) aunado a la excelente actuación de Saiorse Ronan
valen dichos elogios.
23. The Shape of Water, de
Guillermo del Toro
Una de las películas mas celebradas del mexicano, pero
lejos de lo propuesto en El Laberinto del
Fauno y El Espinazo del Diablo.
No obstante, Del Toro presenta una habilidad como director (así como una
atención al detalle) que se disfrutan de principio a fin. No su mejor filme,
pero quizá el de mejor manufactura.
22. You Were Never Really Here, de Lynne Ramsay
La directora nos presenta la historia de un hombre
que salva a una niña de una red de prostitución. A simple vista pareciera el
planteamiento de Taxi Driver, pero la
directora hace gala de su particular estilo para diseccionar el impacto
corrosivo de una sociedad corrompida.
21. The House That Jack Built, de Lars Von Trier
El que alguna vez fuese declarado Persona non grata en el Festival de
Cannes, vuelve no solo al festival, sino también a provocar a las audiencias. Y
si, también su tono aleccionador. La película es en sí una declaración de
principios acerca de cómo el director ve a la sociedad. Y será que lo cuenta
bien o mal, pero cuando menos la discusión de algunos temas resulta bastante
pertinente.
20. First Reformed, de Paul Schrader
El escritor de Taxi Driver parece muy poco dispuesto a
olvidar a Travis Brickle, por lo que en esta “actualización” nos presenta la
vida de un reverendo acomplejado que se debate en su fe y problemas
ambientales. Una actualización que se percibe un tanto forzada pero que no por
ello deja de resultar interesante de discutir.
19. Sorry to Bother You, de Boots Riley
La influencia de Get
Out y el estilo satírico de Jordan Peele se ve claramente en Sorry to Bother You. En esta ocasión, veremos
como diversos problemas de la vida laboral estadounidense se abordan con humor
y un toque un tanto surrealista (y pretencioso).
18. BlacKKKlansman, de Spike Lee
El director vuelve con
la que quizá es su mejor cinta desde Do
The Right Thing. La historia de un agente negro que se infiltra al Klu Klux
Klan es el punto de arranque para una película que recuerda el poder e impacto
de la representación cinematográfica. El mejor ejemplo es ver como lo
integrantes del KKK celebran al ver la película Birth of a Nation de D.W. Griffith. Situación que nos gustaría
fuese ficción, pero no lo es.
17. The Incredibles 2, de Brad Bird
La secuela de una de
las cintas más amadas de Pixar toma como a protagonista a Elasti-Girl, dejando
que Mr. Incredible se encargue de los queaceres del hogar. Una cinta que rompe
con moldes de género de manera orgánica y que nos recuerda que los actos heroicos
están en los grandes esfuerzos de quienes nos rodean.
16. Isle of Dogs, de Wes Anderson
Después de The
Grand Budapest Hotel, el director nos trae esta cinta animada que habla las
barreras sociales de una manera simpática y graciosa, al más puro estilo de
Anderson.
15. Call Me by Your Name, de Luca Guadagnino
Una película en donde la condición sexual no es la problemática.
Aquí la única complicación es el dolor que conlleva el primer amor. Quizá esa
idealización es lo que dota a este filme de fuerza, ya que deseamos que esa mirada
deje de ser una utopía.
14. Leave no Trace, de
Debra Granik
Vivir al margen del
sistema económico social no solo corresponde a cuestiones ideológicas, sino a
necesidades humanas. La manera en que Debra Granik retrata la relación de un
padre y su hija que viven en un bosque, así como su acercamiento a la sociedad,
nos demuestran que las estructuras sociales a veces no están hechas para todos.
13. Visages Villages, de
Agnés Varda y JR
De manera bella, Varda
y JR nos llevan a un recorrido por diferentes lugares para conocer a sus
habitantes. Será ahí donde se harán retratos que se pegaran en las paredes,
conociendo de paso que los lugares están construidos de personas, de recuerdos.
12. Teatro de Guerra, de
Lola Arias
En esta película, la
directora confronta a hombres sobrevivientes que estuvieron al frente de la
Guerra de las Malvinas. Soldados que recrearan en un set de filmación cruentos
sucesos vividos. Si bien Joshua Oppenhaimer hizo un experimento similar en The Act of Killing, el tratamiento de la
directora logra una conexión mucho más empática con los involucrados,
incluyendo al espectador.
11. Mandy, de Panos
Cosmatos
Al puro estilo del
black metal, el director nos trae una cinta donde un hombre tendrá que vengar
el asesinato de su novia en manos de una secta religiosa. Las imágenes son un
claro homenaje a álbumes de bandas como Burzum
o Dimmu Borgir, recordando que
los actos de rebeldía corresponden a la violencia ocasionada por la imposición.
10. The Ballad of Buster Scruggs, de Joel y Ethan Coen
Los Coen están de vuelta, y en esta ocasión nos
traen una película dividida en capítulos donde veremos como diversos personajes
del viejo oeste tendrán que enfrentarse a la ley del mas fuerte, así como al
cruento paso de la muerte. Es ese humor con el que tratan el tema lo que nos
recuerda lo efímera que es la vida, la brutalidad con la que el ser humano se
abre paso por el mundo, y eso nos arranca carcajadas sinceras.
9. The Florida Project, de Sean Baker
A través de la mirada de las niñas y niños
protagonistas, vemos derrumbarse la ilusión del llamado sueño americano. Es esa
inocencia la que protege a estos niños de la desilusión y crueldad del mundo.
8. Eight Grade, de Bo Burnham
El retrato de una niña
que crece en la desconexión generacional que viven las actuales generaciones y
sus padres, es también el retrato de la soledad que vivimos como seres humanos
en diferentes etapas de nuestras vidas. El duro paso a la maduración es un recorrido
continuo e inacabable.
7. Hasta los Dientes, de
Alberto Arnaud
No solo es la denuncia
de la injusta muerte de dos jóvenes en manos del ejército mexicano. Arnaud
confecciona una historia de horror y suspenso que no duda en dejarle helada la
sangre a nadie. El saber que es el retrato de una realidad vivida solo sirve
para hacer el discurso aún más aterrador.
6. Ready Player One, de Steven Spielberg
Probablemente el más grande “guilty pleasure” de
muchos cinéfilos este año. Sin embargo, mas que ser un placer culpable, vale la
pena reconocer que Spielberg conoce la razón por la que muchas personas vemos
películas: escapar de la realidad. Además de ello, el director también le
recuerda a Hollywood que si se trata de entretener, hay que hacerlo bien.
5. Three Billboards Outside Ebbing Missouri, de Martin McDonaugh
El retrato de un Estados Unidos fracturado. Injusticia
y juicio sobre las víctimas. Los actos rebeldes adquieren otra dimensión en este
“western” contemporáneo. Además, dejar cuestionamientos puntuales acerca de la
conducta social para ser resueltos por la audiencia es también un recordatorio
del poder subversivo del cine.
4. La Casa Lobo, de
Cristobal León y Joaquín Cociña
Esta película de
animación stop-motion es a su vez, una película ficticia creada por un grupo
dedicado a la explotación infantil que en verdad existió. A manera de un cuento
de hadas horrífico, la cinta nos cuenta como un grupo de niños fue abusado de múltiples
maneras en un campo de concentración durante el periodo de Augusto Pinochet en
Chile. Un recordatorio del impacto del cine. Un recordatorio del poder de la
representación.
3. Zama, de Lucrecia
Martel
La directora de Una Mujer sin Cabeza vuelve a subir la
apuesta. En esta ocasión, nos trae las desventuras de Don Diego de Zama, un
hombre que durante la estancia española en Paraguay. Es a su vez el retrato de
un hombre que no pertenece a ningún lado, que se encuentra como un pez a la
orilla del mar. Lucrecia Martel es una autora que demuestra que para hacer cine
se tienen muchos recursos tanto visuales como audiovisuales. La manera en la
que nos hace empatizar con su protagonista a partir del sonido y la imagen son
de lo mejor que hemos visto en años. Una autora que quizá será mejor apreciada
por generaciones futuras.
2. Cold War, de Pawel
Pawlikowski
El director polaco
vuelve después de su anterior cinta, Ida (2013).
Ahora trae consigo el retrato de una pareja que no lucha por quererse, pero que
no puede estar junta. La frialdad con la que Pawlikowski retrata esta relación,
así como el contexto en el que se desarrolla, nos ponen a pensar sobre esa concepción
utópica que tenemos sobre el amor… y sobre el mundo. Casarse en un mundo en
ruinas es quizá el mejor ejemplo de ello.
1. Roma, de Alfonso
Cuarón
La mejor película del
Alfonso Cuarón revienta con una aguja fina la burbuja del clascismo en nuestro
país. Con la añoranza que mira a su pasado nos recuerda que hay cosas que preferiríamos
siguieran ahí. Si bien, en ocasiones el cineasta parece más preocupado porque
notemos sus referentes (desde Amarcord,
La Strada u 8 ½ de Fellini, o El Limpiabotas y El Ladrón de Bicicletas, de Vittorio de Sica). Eso no demerita la
que quizá es la película más redonda del año. Un ejercicio estilístico que es, además,
la cinta que más ha logrado provocar debates acerca de su contenido.