lunes, 21 de mayo de 2018

Reseña: Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo

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Reseña: Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo

Dirección: Yulene Olaizola
Año: 2009
Género: Documental
País: México

     En el ámbito de la literatura y dramaturgia, sin duda no hay nadie que haya representado de mejor manera la tragedia que William Shakespeare y Víctor Hugo. Cuando Shakespeare se aventuraba a plasmar las motivaciones humanas como el motor que nos conduce a la miseria y la tragedia, Victor Hugo mostraba la ilusión de los desvalidos como un hecho utópico. Por ello, resulta por demás interesante que esta  cinta de Yulene Olaizola lleve por nombre Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo, ya que esto no es una alusión solamente a una obra pictórica que veremos en la cinta, sino también a la naturaleza con la que los hechos y la narrativa de la película se van desarrollando.

     Apoyada totalmente en la entrevista y en el archivo documental, la película nos narra la aparición de un personaje llamado Jorge Riosse, un pintor y escritor que aparecería en la vida de un par de mujeres décadas atrás. Al puro estilo de Citizen Kane (Orson Welles, 1941), los testimonios otorgados nos irán develando a un personaje mítico, encantador y por demás complejo. Al igual que la cinta de Welles (que era un profundo fan de Shakespeare), el sentido unitario de la obra se revela a través de la recopilación de testimonios, para revelar al ser humano en el desarrollo y desenlace. Importante también que la directora dirigiera sus entrevistas en el interior de la casa donde viven estas mujeres, misma que está rodeada de los cuadros de Riosse, mostrando la importancia de este personaje en la vida de ellas.

Otra característica importante es el tono en el que dichas entrevistas se presentan. En ocasiones, vemos como cada una de ellas se ve interrumpida por la ida al baño por alguno de los entrevistados, o de igual manera que vemos como la mayoría del tiempo la develación de esta información se hará a la hora del té o mientras se bebe una cerveza. Conjugando lo anterior con los planos cerrados que veremos en todo el transcurso del metraje nos hacen empatizar con el sentir de los entrevistados, quienes no pueden dejar de pensar en la complejidad del personaje que describen. Es ahí donde todo lo anterior adquiere un sentido dramatúrgico, ya que la tridimensionalidad con la que se describe a Riosse nos hará empatizar con un ser humano que para nuestra sorpresa, podría ser el responsable de acciones sumamente reprobables, cuestionándonos si la sociedad a veces es la causante del descarrilamiento de este tipo de conductas.

El develamiento del mito del artista a través de la historia del ser humano se luce en esta cinta que apareció incluso años antes que la extraordinaria Searching For Sugar Man (Bendjelloul, 2012). Intimidades… es una cinta que nos revela el enamoramiento fortuito que tenemos los seres humanos entre nosotros a pesar de conocer nuestras virtudes y nuestros cuestionables defectos. Las imágenes en el cine documental nos recuerdan con agudeza que dichos factores viven en nuestro mundo. Y tal como Hamlet, Macbeth o Jean Valjean, la miseria y la tragedia nos harán comprender a seres humanos conflictuados por el contexto que les ha tocado vivir.  Un recordatorio del trágico devenir de la existencia humana.



domingo, 20 de mayo de 2018

Reseña: El Sabor de las Cerezas (Taʿm-e gilâs)

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Reseña: El Sabor de las Cerezas (Taʿm-e gilâs)

Director: Abbas Kiarostami
Año: 1997
País: Irán
Género: Drama
Duración: 98 minutos

Por Cristhian Ponce

     Abbas Kiarostami es sin duda un referente del cine no solo iraní, sino también un vanguardista reconocido en todo el mundo dado que se ha encargado de exhibir problemáticas de interés universal con una singularidad muy personal. Uno de los principales atributos de su cine se debe a esa confabulación entre los valores culturales de su país de origen para hablar de situaciones humanas que atañen a todos sin importar fronteras.

En el particular caso de su cinta El Sabor de las Cerezas, Kiarostami hace una reflexión íntima acerca de la vida y la muerte, al relatarnos la historia de un hombre que conduce su vehículo en busca de alguna persona que lo ayude a completar un trabajo misterioso. En este aspecto, el director nos introduce acertadamente en la entrañas de su protagonista, mismo al que veremos en planos cerrados conduciendo un Jeep en la gran mayoría del filme. Los diálogos personales y la información que se nos irá soltando tal cual fuesen gotas de agua en el verano ayudan a la sumergirnos en la introspección y reflexión que el protagonista (De nombre anónimo) se irá planteando a lo largo de su recorrido.

Es importante comprender que Kiarostami hace un claro homenaje con este filme a otro gran cineasta: Ingmar Bergman. Si bien, el cineasta iraní recurre a técnicas propias del director de Persona (1966), tales como rehusarse a utilizar música como indicativo emocional. El mayor referente se vuelca alrededor de su temática. La más clara referencia sin duda es a la película Fresas Salvajes (1957), dado que en ambas películas se vincula el recuerdo de la vida con la eminente llegada de la muerte. En Fresas, Bergman nos muestra el ocaso de la vida de un hombre de edad avanzada que recuerda con melancolía una bella y dolorosa etapa de su vida a la espera de la llegada de la muerte. En el caso de la película de Kiarostami, el cineasta nos plantea un momento en la vida de hombre de mediana edad, del que poco (o nada) sabemos. En este caso, los recuerdos y argumentos no serán planteados por su personaje principal, sino por los diferentes personajes que irán apareciendo en la vida de este hombre. Las decisiones del protagonista se ven cuartadas por los alegatos morales, religiosos o políticos que pueden suscitar temas como el suicidio o la eutanasia. Los contrapuntos y similitudes entre las dos obras sirven tanto de homenaje, así como para decir que un tema tan complejo tiene tantas aristas que puede ser abordada desde distintos puntos de vista personales y culturales.

El debate suscitado dentro del filme se transforma en poesía dado que los argumentos de los personajes serán expuestos, en su mayoría, en los interiores del automóvil del personaje principal. En ese sentido, las vueltas por el desierto para llegar a un lugar incierto sirven como contrapunto para hablar de alegatos y situaciones que llevan a lugares desconocidos. Tal como la vida misma.

El Sabor de las Cerezas es una cinta nostálgica y potente que ubica la obra de su autor como un referente importante del cine iraní. Parte de su brillantez radica en la resignificación que hace a manera de homenaje a un clásico del cine, dotándolo de identidad propia y utilizando su propia voz para ahondar en el tema desde otra perspectiva. En una era donde se cree que todo está dicho, esta cinta nos recuerda que al igual que la vida, las cosas no siempre son de la misma manera.




viernes, 18 de mayo de 2018

Reseña: Bowling for Columbine


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Reseña: Bowling for Columbine

Dirección: Michael Moore
Año: 2002
Género: Documental
País: Estados Unidos

Por Cristhian Ponce


     La violencia, tal cual fuese un bufón, parece inclinarse hacía el absurdo. Los niveles a los que ha llegado nos parecen tan alarmantes como ridículos. La ficción ahora nos parece risible al compararla con los actos violentos de nuestra ahora cotidiana situación, superando al por mayor muchas de las exageradas situaciones suscitadas en los blockbusters de acción (y hasta de horror). ¿De dónde proviene dicha problemática? Hablando de la particular situación de Estados Unidos, el problema pareciera no encontrar su causa definitoria. La discusión lleva décadas y la solución parece mas lejana cuando los tiroteos masivos y los homicidios imprudenciales van en aumento. Pero el cineasta Michael Moore no parece quedarse de brazos cruzados, por lo que elabora una búsqueda para encontrar la causa de la alarmante situación violenta de su país en el documental Bowling for Columbine.

     A partir de los sucesos de la llamada Masacre en Columbine en el año 1999, donde un par de jóvenes asesinaron a 12 alumnos y 1 maestro en la escuela secundaria de un poblado estadounidense para al final atentar contra sus propias vidas. El evento levanto diversos debates en el país debido a las posibles causas del lamentable suceso. Sin embargo, esto no es ni el primero (y tristemente) tampoco el último acontecimiento de su tipo. Para encontrar responsables (y señalar culpables) en la mesa de discusión mediatica se debatieron temas relacionados a los efectos culturales de los videojuegos, la música, las películas, etc. Moore no se dispone a ver al tema con tal superficialidad, por lo que se atreve a ir más allá para abordar la complejidad de un tema cultural mucho más amplio, es decir, que no solo se debe a los efectos inmediatos de los consumos socio-culturales, sino también a una problemática mucho más compleja que atañe a los poderes políticos de Estados Unidos.

     Lo anterior adquiere una complejidad que se ve alivianada gracias a la estructura que Moore va dotando al filme. En primer lugar, haciendo uso de archivo audiovisual y resignificándolo a través del recurso del remix, se permite ironizar una situación difícil de manejar y de explicar. Ademas de ello, se permite dramatizar situaciones risibles, recurrir a animaciones que cuestionan a través del absurdo argumentos que no justifican la situación del país. Esto sin duda es uno de los mayores atributos del filme, ya al dirigirse en clave de comedia y sátira política bien podría ser aceptada por cualquier fanático del cine comercial con la misma facilidad que el éxito de cartelera. Aunado a esto, es importante mencionar que los enmarañados cuestionamientos políticos son expuestos con soltura por la misma voz del cineasta ya sea en voice-off o bien, saliendo a cuadro en cada oportunidad ya sea para entrevistar o para emitir una opinión o dato relevante.

     La figura protagónica del cineasta (que es recurrente en toda su obra) brinda al documental tanto de una mirada personal amigable, así como un ejemplo de involucramiento a la acción, ya que la investigación del cineasta no se mantiene al margen de la situación, sino que conforme avance la trama intervendrá para la creación de cambios (ya sea para hacer que una organización cambie en su política de acción de venta de municiones o bien, cuestionar a un productor televisivo para que cambie el enfoque de sus programas, por citar ejemplos).

     Las acciones de Moore son una invitación al activismo que queda implícito en el mismo protagonismo del cineasta, sobre todo en la discusión de temas que a casi dos décadas siguen sin ser resueltos. Esto nos pone a repensar el cine documental como un accionador de discusiones que impacten de diferentes maneras la realidad inmediata de nuestros entornos sociales. La pertinencia actual de Bowling for Columbine atañen tanto a la discusión de temas como el acceso a armas de fuego y los efectos político culturales en una nación que pueden desatar la violencia, así como a la discusión de la forma de abordar el cine documental para el accionar de cambios sociales.





jueves, 17 de mayo de 2018

Reseña: El Cavernícola (Early Man)

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Imagen propiedad de Aardman Studios. Todos los derechos reservados.




Reseña: El Cavernícola (Early Man)

Director: Nick Park
País: Inglaterra
Género: Animación/Comedia
Duración: 89 min.
Clasificación: AA (Apto para todo público).

Por Cristhian Ponce

     Aardman Studios es, sin duda, el estudio fílmico con mayor consagración en la animación Stop-Motion en el mundo. Anteriores trabajos del equipo británico tales como Chicken Run (2000), Wallace & Gromit: The Curse of the Were-Rabbit (2005) y Shaun the Sheep Movie (2015) son la muestra tanto del talento del equipo liderado por Nick Park.

     En esta ocasión, El Cavernícola nos transporta al principio de la era de piedra, mismo lugar en el que un meteorito caera del cielo para mostrarnos al invento más importante de la humanidad, y no, no hablamos del fuego o la rueda, sino del futbol. Será en ese contexto en el que una tribu de cavernícolas verá la llegada de los habitantes de la Edad de Bronce, mismos que amenazan con desplazarlos del valle en el que viven pacíficamente con el pretexto de extraer el bronce del lugar. Para defender su tierra, los cavernícolas tendrán que disputarse el destino de su hogar en un partido de futbol con esta nueva civilización.

     La sencillez de su trama nos ayuda a comprender la complejidad del tema que Aardman Studios ha decidido abordar: la destitución territorial. Es importante decir que los sucesos de su trama guardan una similitud enorme con los sucesos de la llamada Guerra de las Malvinas en el año 1982, en donde Argentina se disputaba la soberanía de las Islas Malvinas con el Reino Unido, dado que en el pasado las islas pertenecían a Argentina. Sin embargo, el Reino Unido siguió conservando el poderío del territorio. Cuatro años después, en la final del mundial de futbol México 86, la selección de Argentina se vería frente a frente contra Inglaterra, resultando en una especie de venganza poética, Diego Armando Maradona mete dos goles (uno de ellos con la mano), dándole la victoria a la selección albiceleste en un marcador final de dos goles a uno.

     Entender ese período histórico hace que la trama de El Cavernícola no pase desapercibida, sobre todo a sabiendas que los estragos del neoliberalismo haga de esos apropiamientos territoriales una realidad vigente para diversos países (recientes desalojamientos indígenas en Latinoamérica lo confirman).

     Con todo lo anterior, es importante mencionar que la cinta no basa su argumento a una severa crítica política, sino en un humor basado en gags corporales propios de la escena británica. La trama no desarrolla en su totalidad todo su potencial dado que resuelve las situaciones de la manera más complaciente para el público, perjudicando así el desarrollo de sus conflictos de manera orgánica, por lo que de ignorar los planteamientos ideológicos, estaríamos tan solo ante una simpática cinta animada que no ofrece nada más que entretenimiento familiar. Eso sí, de calidad.

     La cinta no defrauda en su meticuloso cuidado en la animación y en preservar el estilo al que Aardman nos tiene acostumbrados. Probablemente lo más interesante será preguntarnos: ¿Podría el futbol (o los deportes) ser la solución a problemas diplomáticos?, ¿Qué tan seguido se vierten planteamientos políticos en un cine dirigido a públicos infantiles? Pese a sus fallas estructurales, El Cavernícola representa un logro al atreverse a hacernos dichos cuestionamientos.