Por Cristhian Ponce
Como
ya es tradición, a continuciación se presenta una lista con las que a
consideración personal son las mejores películas de 2017. Antes de comenzar a leer es importante tomar en consideración los
siguientes puntos:
-
Se consideraron solo películas estrenadas en México
durante el periodo de Diciembre 2016 a Noviembre 2017.
-
Cabe la posibilidad de que muchas películas de suma
calidad no se incluyan en el listado, la razón más obvia es que no las he visto
(soy un ser humano, espero lo entiendan).
15.- Un Camino a Casa (Lion), de Garth Davis
En
apariencia es tan solo un remedo de Slumdog
Millionare del director Danny Boyle (incluyendo a Dev Patel, el actor
principal). Pero es ese acercamiento personal a la búsqueda de respuestas
acerca de la infancia lo que el director Garth Davis logra con acierto.
Discusión aparte el tema de la desaparición infantil, problemática misma que no
conoce fronteras.
Estupendo
cierre de una trilogía que logra ser mucho más redonda que la saga original. No
obstante, esta tercera parte brilla por mérito propio al poner sobre la mesa
temas como el racismo, especismo, y equilibrio ambiental en una épica que
parece nacer de un amorío prohibido entre Los
10 Mandamientos de Cecil B. De Mille y Rambo de Sylvester Stallone.
13.- Coco de Lee Unkrich
El
cuidado a la representación de México por parte de Pixar nos da alegría y
nostalgia por igual. Sin embargo, bajo esa bella capa se esconde una historia
que ya hemos visto en contadas ocasiones. Eso no disminuye el mérito de la
cinta, misma que traslada de muy buena manera los hechos al contexto de una
celebración por demás incomprendida fuera del país. No por nada la cinta se ha
colado ya entre las favoritas del público mexicano.
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12.- Voraz (Raw), de Julia Docournau
Una
película que explora de manera bastante peculiar el despertar sexual de una
adolescente vegetariana que debido a diversos sucesos termina en el canibalismo.
La exploración temática a través del horror esta a la orden del día, y esta
cinta nos recuerda por qué lo escabroso puede ser tan eficaz para entender
concepciones que no deberían serlo en absoluto.
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11.- Batallas Íntimas de Lucía Gajá
Un
documental que explora de manera respetuosa e inteligente la violencia
domestica vívida por diversas mujeres alrededor del mundo. La fuerza de la
película emerge cuando observamos como lo representado en pantalla bien podría
ser la situación de alguien a nuestro alrededor. El poder de la segunda imagen,
esa que recreamos en nuestra conciencia.
10.- Estación Zombie (Tren a Busan), de Yeon Sang-Ho
Justo
en el año en que tenemos que despedir al gran George A. Romero nos topamos con
una propuesta inteligente a un subgénero que parecía ya en si un muerto
viviente. Lo interesante de esta cinta radica en la representación social de
los sobrevivientes que viajan en el dichoso tren a Busán, así como en ese melancólico
ritmo coreano para representar el horror y la tristeza que un hecho de esta
naturaleza representaría. La sociedad no puede sobrevivir si no colabora
contiguamente.
9.- Baby Driver (Baby: El Aprendiz del Crimen), de Edgar Wright
El famoso
director inglés Edgar Wright (Shaun of
the Dead, Hott Fuzz) hace su arribo a terreno hollywoodense con un blockbuster
veraniego lleno de adrenalina y diversión. Su acertada fusión musical con
su frenética edición bien podría poner orgulloso a Fantasía de Walt Disney y a Rapido
y Furioso por igual. Amén a su cuidado soundtrack, que bien podría ser el
protagonista principal de esta cinta.
8.- Dunkirk de Christopher Nolan
Un
director amado y odiado por igual. Más allá de las pretensiones y aciertos en
su carrera, hay algo que no podemos negar: probablemente no hay mejor espectáculo
sonoro en 2017 como lo fue Dunkirk. La
representación bélica de Nolan probablemente no sea tan profunda como Saving Private Ryan de Steven Spielberg
o Thin Red Line de Terrance Malick. Mucho
hay que cuestionarle a su engañosa temática (que muchos consideran pro-Brexit).
Sin embargo, el ejercicio técnico esta tan bien logrado que aún nos pone a
vibrar de solo recordarlo.
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7.- Tu Nombre (Kimi No Na wa), de Makoto Shinkai
La
animación japonesa sigue en activo más allá de Studio Ghibli. En Tu Nombre, pasamos de una teen-love movie a un viaje en el tiempo
que nos recuerda, al buen estilo japonés, los estragos de la catástrofe.
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6.- T2: Trainspotting 2, de Danny Boyle
Esta
cinta fue una total decepción para aquellos que esperaban ver revividas las
viejas glorias eufóricas de su antecesora. A pesar de ello, veinte años
después, la evolución de sus personajes no podría parecer más verosímil y
natural que la representada en esta secuela. Mucho más nostálgica, melancólica
y pesimista. Seguramente un hit que muchos atraparan hasta llegada la edad y
decepciones que los protagonistas tienen que enfrentar en pantalla.
5.- Blade Runner 2049, de Dennis Villeneuve
Al
igual que su predecesora, esta película se vio enfrentada a las expectativas no
cumplidas por un público que esperaba todo, menos lo ofrecido en pantalla. No
obstante, más allá de sus logros técnicos (la excelente fotografía de Roger
Deakins, por ejemplo) la extensión de su discurso temático con relación a lo
acontecido actualmente, nos arrojan nuevas e interesantes preguntas sobre lo
que significa ser humano. El nacimiento de un nuevo clásico de culto que seguramente
será discutido años después.
4.- Manchester by the Sea, de
Kenneth Lonergan
La pérdida y la culpa. Esta
película es un recordatorio de lo difícil que suele ser abordar un pasado
doloroso. Un guión cuidado en su discurso y trama que nos ayudan a entender a
sus personajes que tienen que lidiar de manera solitaria dichos aconteceres. Probablemente,
película más dolorosa del año.
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3.- La La Land, de Demien Chazelle
Un
musical dirigido a una nueva generación, una que odiaba casi de manera general
el musical estilo Broadway. Chazelle dota a su nueva cinta de un aire fresco
lleno de coreografías que están lejos de ser perfectas, pero que brillan por
sentirse parte de un mundo no tan lejano al nuestro. Magia y realidad para la
generación Disney y que homenajea a grandes clásicos del género.
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2.- Moonlight, de Barry Jenkins
Probablemente
la más aplaudida e infravalorada del año. Aunque parezca contradicción, a pesar
de haber sido galardonada en diversas premiaciones, parece que la cinta no pudo
conectar con gran parte del público. Los logros de Moonlight no se pueden
resumir solo a unos cuantos párrafos, ya que gran parte de sus aciertos se deben
a su excelente edición, fotografía y guión, los cuales dejan cabos sueltos de
manera intencional para ir creando un entramaje que devela mucho, al evitar en
la misma cantidad. Una dignificación de temas tabú altamente caricaturizados
por la gran industria, y que a su vez, quedan en segundo plano al develar la
búsqueda de pertenencia e identidad que sin importar raza, religión o
preferencia sexual, nos concierne a todos como seres humanos.
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1.- ¡Huye! (Get Out), de
Jordan Peele.
La ópera prima de Jordan Peele
sin duda es la gran sorpresa del año. El director juguetea con la comedia y con
el horror como un niño que juega con fuego y que parece que saldrá herido, y que
a pesar de ello sale bien librado en todas las oportunidades presentadas. Un
ejercicio que parece fácil de lograr, pero que directores como Peter Jackson no
han podido siquiera terminar de lograr. Todo esto sería un logro por sí solo de
no ser por su arriesgada y acertada denuncia a micro racismos vividos ya no tan
solo en Estados Unidos, sino también por la sociedad moderna en la actualidad. Algo
difícil de explicar pero que Peele representa de manera estupenda en pantalla.
Un aire fresco para el cine norteamericano que parece no arriesgar demasiado
actualmente.
Faltó la mejor: Mother!
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