sábado, 6 de enero de 2018

Reseña: Call Me By Your Name

Imagen propiedad de Frensy Film Company.



Reseña: Call Me By Your Name

Año: 2017
Género: Drama
Director: Luca Guadagnino
País: Estados Unidos
Duración: 132 minutos

Por Cristhian Ponce

     Como si fuesen los rayos del sol brillando en la Toscana, o como la brisa de un rio que cubre el rostro de quien retoza alegremente en sus costados. Deleites disfrutables en ese sustrato temporal que suele conceder la contemplación y la calma. Con ese ímpetu, con ese mismo encanto y sutileza llegan las alegrías y los sinsabores del amor.

     En Call Me By Your Name somos testigos del romance surgido entre Elio Perlman (Timothée Chalamet) un joven de 17 años quien conoce a Oliver (Armie Hammer), quien vivirá junto a la familia de Elio debido a que se convierte en el asistente de trabajo de su padre. Todo esto en un pueblo italiano en el verano de 1983.

     Guadagnino retrata con delicadeza y finura a sus personajes, mismos que gozan de un estatus intelectual y económico que les va proveyendo una envoltura romántica digna de cuento romántico renacentista. Los constantes planos en contrapicada hace lucir a los protagonistas como  esculturas de Miguel Ángel, y los paisajes parecieran estar pintados por Renoir. Este tan solo es el primer vínculo que el director va estableciendo para un relato que en su primer acto que se podría percibir como solemne, aletargado y falto de discurso. Esto representa una espada de doble filo, ya que esto también ayuda a consolidar la relación entre los protagonistas  permititiendo un acercamiento paulatino al desarrollo y descubrimiento emocional de los mismos.

     Es en ese descubrimiento y enamoramiento donde la película desarrolla de manera sutil un discurso poético para contextualizar un romance alejado de prejuicios sociales, así como la experiencia del amor como un catalizador de la experiencia humana.

     Conforme la relación romántica crece y se complejiza, mucho más podemos entender la belleza de las relaciones humanas sin estigmas morales de por medio (dígase religiosos o políticos). El guión trata dichos problemas con suma elegancia, por lo que los detalles podrían pasar desapercibidos para la mayoría. Solo por citar ejemplos (esto no representa ningún spoiler) podemos mencionar que en una escena se menciona a la cinta El Fantasma de la Libertad de Luis Buñuel, misma que trata el tema de las ataduras morales. En contrapunto, al momento de sacar a colación dicha película, vemos como una situación romántica se sucede fuera de estas ataduras.  

     La cinta logra un ejercicio elegante acerca del enamoramiento entre dos seres humanos en la complejidad bella y tortuosa de aventurarse en el camino del romanticismo.  Sin embargo también es importante mencionar que cintas como Carol (Todd Haynes, 2015) y Moonlight (Barry Jenkins, 2016) traten asuntos como el descubrimiento y aceptación sexual con mucha mas soltura y contundencia.  Esto no demerita el trabajo logrado en esta película. Si algo podemos decir es que Call Me By Your Name nos recuerda de manera nostálgica la intensidad con la que se vive el primer amor, y para esto no hay exclusión alguna, sin importar estrato social o preferencia sexual.


Calificación 8.5/10


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