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Reseña: Los
400 Golpes (Les 400 Coups)
Año: 1959
Género: Drama
Clasificación: B
Duración: 99 min.
Por Cristhian Ponce
La preocupación nace con la
adultez, bueno, por lo menos así lo consideramos la mayoría. Tal pareciera que
hemos olvidado aquello que nos aquejaba día y noche en nuestra infancia, claro
que quizá lo que nos hacía pensar durante largo tiempo no es lo que nos aqueja
hoy día, tal vez eran esas ansías por jugar, por vivir la vida a nuestra propia
manera. ¿Qué es lo que nos a desconectado de aquello que alguna vez fuimos? Los
nubarrones mentales han alienado esa naturaleza que nos hacía preguntarnos ¿A
dónde pertenezco, que hago aquí? Hemos desprestigiado esa búsqueda que quizá era
inocente al tratarse de la infancia. Quizá hayamos perdido el rumbo en nuestra
transición a la adultez, pero eso no evita que esa búsqueda por el lugar propio
sea innecesaria para nuestro espíritu, para nuestra existencia.
Francois Truffaut es un cineasta de
probada habilidad para transmitir de manera perfecta ese sentimiento de búsqueda
del sentido de pertenencia. En Los 400
Golpes observamos a Antoine Doinel (Jean-Pierre Leaud) un niño que se encuentra
en los primeros años de la adolescencia. Antoine enfrenta dificultades para
prestar atención en la escuela, a la par de que en casa tendrá que lidiar con
los problemas matrimoniales de sus padres, por lo cual opta por salir
continuamente de su hogar y de sus clases para divertirse en la feria y salir
con un amigo suyo a comer golosinas, sin prever todas las cosas que le tendrán
que suceder debido a sus actos. Una historia plasmada con singularidad por
Truffaut, esto debido a que no rebaja su discurso a un sermón que pretenda ser
doloroso o regañón con la situación del protagonista, su labor es más parecida
al retrato y a la contemplación de la situación de los personajes.
El film se centra de manera brillante en
la introspección, mostrándonos lo que los cambios de una etapa de la vida a
otra conlleva, a su vez que nos muestra cómo es que solemos hacer caso omiso de
lo que los seres humanos que nos rodean suelen vivir. Es imposible no empatizar
con Antoine, con su búsqueda de su lugar en el mundo. Las personas que lo
rodean parecen no entender en lo absoluto al protagonista, y lo que es peor,
son prejuiciosos sobre sus actitudes, reflejando a su vez un desinterés por
comprender su situación.
La destreza de los planos secuencia
ofrecidos en la cinta nos habla del cuidado montaje del film, mismo que nos
ayuda a percibir esa sensación sofocante o la búsqueda de la libertad del ser.
El conjunto es sin duda una poesía audiovisual digna de ver y que nos harán ver
la pantalla de principio a fin.
Los
400 Golpes es sin duda una película imprescindible en la historia del cine.
Con su espíritu único nos recuerda nuestro estrato como seres humanos, el tener
en estima la infancia olvidada, nos hace anhelar el tan esperado lugar al que
pertenecemos como seres libres, tal fuéramos gaviotas que surcan a la orilla
del mar, contemplando la belleza sin preocupación alguna.
Calificación:
10/10
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