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Reseña: Alicia a través del Espejo (Alice Thought the Looking
Glass)
Género: Aventura/Fantasía
Clasificación: A
Duración: 113 min.
Por Cristhian Ponce.
El relato de Alicia en el País de las Maravillas es sin duda un pase a un mundo
donde la lógica no tiene lugar, gracias a la tremenda libertad imaginativa del
mundo. Las aventuras y personajes creados por Lewis Caroll hace ya más de 150
años siguen vigentes hoy en día gracias a que las múltiples adaptaciones
fílmicas siguen apareciendo en cartelera. Desde la versión animada que el mismo
Walt Disney hiciera en 1951, se ha mantenido un estándar en cuanto a la manera
en cómo se concibe al mundo. Por lo menos eso pensábamos hasta el año 2010,
cuando Tim Burton lanzo su versión de Alicia. Producida por el mismo estudio de
Walt Disney, y siendo una secuela de la película animada, muchos pensamos que
el director tendría un acercamiento mucho más arriesgado respecto a la obra de
Caroll. Lo que obtuvimos, fue una cinta que no cumplió las altas expectativas que
se habían creado alrededor del filme, ofreciéndonos un mundo estético característico
del director y un argumento carente de alma propia. Aun con ello, la película
recaudo una muy buena taquilla a pesar de las malas críticas. Con eso en mente,
el estudio no ha dudado en producir una película basada en el segundo libro:
Alicia a través del Espejo.
De nueva cuenta contamos con un elenco
multiestelar encabezado por Mia Wasikowska como Alice; Johnny Depp como El
Sombrerero; Cate Blanchett como la Reina Blanca; Helena Bonham Carter como la
Reina Roja y a Sacha Baron Coen como el Tiempo, esta vez bajo las órdenes del
director James Bobin, pasando Burton a la labor de productor de la película.
En esta nueva entrega vemos como Alice se
ha convertido en toda una aventurera al comandar el navío “Wonder”, mismo que
alguna vez perteneció a su padre. Al verse en la encrucijada de perder dicho
barco o verse obligada a ceder la casa donde vive su madre, Alice tendrá que
decidir si obedece a trabajar para el hombre que alguna vez fue su prometido.
Antes de ello, tendrá que ayudar a su amigo El Sombrerero, quien atraviesa por
una crisis. Para poder ayudarle, Alice tendrá que ir con Tiempo (quien tiene
forma humana) y robar la Cronósfera, un objeto que controla al tiempo y con
ello poder remediar muchos sucesos del pasado.
El argumento tiene buenas ideas, el problema se viene a la hora de la
ejecución. La desenvoltura de los sucesos ocurre de una manera intrascendente,
en donde nos cuesta emocionarnos aunque sea un poco por lo acontecido en la
pantalla. A pesar del espectacular aspecto visual, los sucesos no parecen ser
tan maravillosos como el mundo donde ocurren. Tal parece que en varias
situaciones tanto director y guionistas olvidan que los eventos ocurren en
Wonderland y no en el mundo real.
¿Cómo es que pierde el empuje una historia con elementos tan
interesantes? Una pregunta con la que nos quedamos sin duda, puesto que al
parecer Bobin no aprendió de los errores cometidos por Burton en la anterior
cinta, llevando la trama a un ritmo sin consistencia. Elementos rescatables
como la figura representada por Alice, la cual aboga por no ser un molde de lo
que la sociedad dicta, así como reflexiones sobre el tiempo y la realidad pasan
de ser cuestiones primordiales a problemáticas sumamente predecibles. Las
actuaciones del elenco cumplen en su mayoría, pero están ahí sin ofrecer nada
relevante y la música de Danny Elfman
cumple a secas. No importa que los efectos visuales luzcan impresionantes, los
mismos no encubren las fallas.
Las ideas vertidas por un autor
han sido sobajadas a un mero pretexto para explotar un concepto que genere
dinero, nada más. Claro, aclarando que el autor en cuestión es Lewis Caroll, por
supuesto.
Calificación:
5/10
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